Zaqueo, un verdadero arrepentimiento

Mateo 7:22-23, Lucas 19:5, Lucas 19:9, Juan 1:43-48

Zaqueo era un habitante de Jericó , hoy sabemos que esta es la ciudad más antigua del mundo y también la más baja ( en cuanto el nivel del mar ) y geográficamente se encuentra al este, cerca Del Río Jordan.

En los tiempos de Jesús era considerada la más pecadora y también la más próspera, había todo tipo de comercio, por encontraste cerca Del Río. Era un hombre particular, era un empleado Romano, un publicano o un cobrador de impuestos. Pero más aún, él era el jefe de los cobradores, un “arquitelon” de la provincia de Jericó.

La lista de pecadores era encabezada por los cobradores de impuestos, ellos explotaban a los pobladores, porque Roma le cobraba al arquitelon una cantidad de dinero mensual, que debía reunirla, pero ellos se aprovechaban de su cargo y cobraban mucho más. Eran influyentes y corruptos. Era alguien corrupto, sin escrúpulos, eran muy solos por su forma de actuar.

En el último viaje de Jesús a Jerusalén, tenía cuatro opciones para llegar a la ciudad, pero él elige el camino más difícil y peligroso ( donde habían hasta asaltantes) él sabía que debía pasar por Jericó y lo hace por una sola persona: ZAQUEO, Jesús solo se fijó en el.

Un hombre extremadamente necesitado

Él era un hombre extremadamente necesitado, odiado y despreciado por sus vecinos. Abandonado por sus familiares . Él era muy rico, no necesitaba de nada material, pero se siente solo y pecador y Jesús lo sabe.

Jesús nos conoce, a cada uno de nosotros. Jesús sabe que él no pediría ayuda, tenía tanta o más necesidad que otros, pero por orgullo, vergüenza no gritaría, no pediría ayuda.

Zaqueo no conocía a Jesús, pero Jesús si lo conocía, lo llama por su nombre.. Zaqueo conocía de Jesús, sabía de él. Quería llegar hasta él pero nadie lo ayudaría , estaba escondido arriba de un árbol donde nadie lo veía. Jesús levanta su mirada ( depositó toda su atención solo en el ) y lo llama por su nombre: Zaqueo es un diminutivo de Zacarías y quiere decir “ puro e inocente “

A pesar del pecado, Dios observa el corazón.

Pensemos en la humillación para Zaqueo al subirse a un árbol siendo él una autoridad del la ciudad, pero no le importó, porque él necesitaba a Jesús..

Jesús va a su casa y come con él, Zaqueo tenía todo en su contra, era pecador, pero Jesús lo conocía, no le reprochó nada.

Él solo quería ver a Jesús a la distancia, porque sabía su condición, pero Jesús fue solo por él, lo buscó.

Jesús al entrar a su casa irrumpió en su intimidad y dijo: “La salvación ha venido hoy a esta casa, porque este hombre ha demostrado ser un verdadero hijo de Abraham”

Debemos recordar que Jesús debe estar con nosotros en cada momento, Jesús busca a sus ovejas entre los pecadores, él nos encontró porque éramos sus ovejas perdidas, él nos conoce desde siempre. Dios perdona todo pecado, nosotros somos una prueba de esto, pero debemos anhelar que Jesús venga y nos hable, que se meta a nuestra intimidad y otra vez recordemos que hemos sido salvados por la gracia De Dios

Cuando Jesús nos salvó, el Padre lo ordenó en los cielos, ninguno de nosotros lo buscó, fue él quien nos encontró.

Debemos anhelar que la salvación continue llegando a la casas, así como llegó a la de Zaqueo y a la nuestra.