Por el Hno. Nelson Villegas
Juan 15:5, Gálatas 2:20, Efesios 6:10-19, Filipenses 4:12-13, 2 Timoteo 4:7-8
¿Como mide el mundo el éxito?
Dinero, estudios, fama, viajes. Pero Dios también tiene un medidor y no es en base a nuestra fuerza o capacidades, sino de acuerdo a nuestra dependencia de El. Dios busca a quienes sabe que son débiles e incapaces.
“Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.” — Filipenses 4:13
“He peleado la buena batalla, he terminado la carrera y he permanecido fiel. Ahora me espera el premio, la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me dará el día de su regreso; y el premio no es solo para mí, sino para todos los que esperan con anhelo su venida.” — 2 Timoteo 4:7-8
El apóstol Pablo vivió bajo estos parámetros, y Dios quiere que vivamos de esta misma forma. Quizás nos estamos conformando con mundo, porque no estamos dejando que Dios obre en nuestra vida
1- Pelear la buena batalla
Cuando hicimos un compromiso , el Señor nunca dijo que sería algo fácil o cómodo. Los países invierten millones de dólares en armas, porque se preparan. Debemos cuidar nuestra vida, porque estamos en una guerra espiritual.
Estamos en un tiempo difícil, distinto. Y así como los países se arman, Dios también nos entregó armas:
“Una palabra final: sean fuertes en el Señor y en su gran poder. Pónganse toda la armadura de Dios para poder mantenerse firmes contra todas las estrategias del diablo. Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales. Por lo tanto, pónganse todas las piezas de la armadura de Dios para poder resistir al enemigo en el tiempo del mal. Así, después de la batalla, todavía seguirán de pie, firmes. Defiendan su posición, poniéndose el cinturón de la verdad y la coraza de la justicia de Dios. Pónganse como calzado la paz que proviene de la Buena Noticia a fin de estar completamente preparados. Además de todo eso, levanten el escudo de la fe para detener las flechas encendidas del diablo. Pónganse la salvación como casco y tomen la espada del Espíritu, la cual es la palabra de Dios. Oren en el Espíritu en todo momento y en toda ocasión. Manténganse alerta y sean persistentes en sus oraciones por todos los creyentes en todas partes. Y oren también por mí. Pídanle a Dios que me dé las palabras adecuadas para poder explicar con valor su misterioso plan: que la Buena Noticia es para judíos y gentiles por igual.” — Efesios 6:10-19
2- Acabar la carrera.
Pablo comparaba la vida de un Cristiano con una maratón, es una carrera larga y constante. Nuestra carrera tiene como meta , la vida eterna. Necesitamos pasión, determinación y valentía, para compartir la verdad de Cristo.
3- Guardar la Fe
Dios le confió un tesoro incalculable a Pablo, que guarde su Fe. Cuando comprendemos cuán preciosa es la palabra De Dios, nos mantenemos firmes en la Fe.
4- Principio de la dependencia
Para nosotros es imposible cumplir con los propósitos De Dios, pero el nos da lo que necesitamos.
“»Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.” — Juan 15:5
Hoy es muy común escuchar la frase “ con mi propio esfuerzo” pero esto no está en los planes De Dios. Muchas veces cuando surgen problemas la dependencia a Dios aumenta, pero solo mientras dura esa situación.
5- El problema del orgullo
Es lo que muchas veces se interpone en la dependencia a Dios. Dios es tan importante en nuestra vida, que dependemos de Él para todo, incluido el respirar. Nos creemos tan independientes que olvidamos que necesitamos a Dios en todo momento. Debemos dejar de lado el orgullo, para depender de Dios.
Nuestra vida es corta , y por eso es tan importante saber cual es nuestro potencial en esta vida de dependencia que tenemos De Dios.
“Sé vivir con casi nada o con todo lo necesario. He aprendido el secreto de vivir en cualquier situación, sea con el estómago lleno o vacío, con mucho o con poco. Pues todo lo puedo hacer por medio de Cristo, quien me da las fuerzas.” — Filipenses 4:12-13
Según las palabras de Pablo, nada podría ser un obstáculo para que Dios nos use. Lo que para nosotros puede ser una carga, para Dios puede tener un propósito.
¿Como poder vivir en total dependencia de Cristo? Reconocer que somos incapaces para hacer lo que Dios desea.
“Mi antiguo yo ha sido crucificado con Cristo. Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí. Así que vivo en este cuerpo terrenal confiando en el Hijo de Dios, quien me amó y se entregó a sí mismo por mí.” — Gálatas 2:20
Solo somos fortalecidos en Cristo y que tenemos necesidad de El cada día. Necesitamos de Dios, para nuestra vida y para su obra.
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