Por el Hno. Nelson Villegas
En el libro de Marcos, capítulo 13, versículos 35 al 37, Jesús nos llama a estar alerta y vigilantes, porque no sabemos el momento en que nuestro Señor regresará. Esta advertencia es relevante para todos, pero especialmente para aquellos de nosotros que somos parte de una del cuerpo de Cristo y que deseamos vivir nuestra fe de una manera auténtica.
La Incertidumbre de la Vida
Hoy en día, enfrentamos quejas y desafíos en muchas formas: problemas de salud, situaciones inesperadas y más. A pesar de esto, como creyentes, esperamos la venida del Señor, un evento que no conocemos cuándo sucederá. Por lo tanto, debemos preguntarnos, ¿por qué debemos estar preparados?
Preparados para el Momento Definitorio
La base bíblica en Eclesiastés 8:5, 7-8 nos recuerda que no tenemos el control de nuestra vida ni del día de nuestra muerte. La muerte es una cita obligatoria. Debemos prepararnos para la eternidad, no solo en lo material, sino que sobre todo en nuestro espíritu y en nuestro compromiso con el Señor.
La Efimeridad de la Vida
Santiago 4:13-15 nos advierte que la vida es efímera como la neblina del amanecer. No podemos prever lo que el mañana traerá. Por lo tanto, debemos decir: “Si el Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello». La preparación es esencial, ya que la muerte puede llegar sin previo aviso.
La Promesa de la Venida del Señor
La Biblia nos asegura que el Señor regresará. Hechos de los Apóstoles 1:10-11 y 1 Tesalonicenses 4:13-17 nos hablan de este evento glorioso. Como creyentes, debemos estar alerta, porque su regreso ocurrirá sin aviso previo. Este es el fundamento de nuestra esperanza.
Cómo Estamos Preparados
Estar preparados implica confesar a Jesucristo como Señor de nuestras vidas. Esto nos brinda seguridad y confianza. Filipenses 1:21 y Romanos 14:8-9 nos recuerdan que vivimos para Cristo y que, en vida o muerte, pertenecemos al Señor.
El Momento es Ahora
La mejor manera de estar preparados es aceptar a Cristo y vivir para Él. Como creyentes, debemos tener la seguridad de que Él regresará. La promesa de su venida nos debe inspirar a vivir una vida piadosa y a estar alerta en todo momento.
El tiempo para prepararnos es ahora, como nos recuerda Hebreos 4:7: “Dios fijó otro tiempo para entrar en su descanso, y ese tiempo es hoy.» Mantengámonos vigilantes y listos para el glorioso día en que nuestro Señor regrese.
Comentários