Por David Cancino Andrade
Jueces 21:25, Romanos 8:15-17, Efesios 1:4-5, 1 Juan 3:9-10
Los seres humanos tenemos la habilidad de imitar o aprender de quienes tenemos cerca. Una persona siempre aprende de otra en la infancia y es parte de la crianza. Esta crianza se refleja cuando se es adulto,para bien o para mal.
La infancia de Samuel
En jueces, se menciona que todo hacían lo que les parecía correcto, es en este tiempo aparece Elcana, él tenía dos esposas, una de ellas Ana, quien rogaba a Dios tener un hijo. Samuel nace luego de la promesa hecha por su madre, fue entregado al templo luego que fue destetado. Para que sirviera al Señor.
Elí era el sacerdote del templo y sus hijos, eran unos “ sin vergüenzas” ellos hacían lo que querían y habían aberraciones en el templo. Samuel fue como el hijo de Eli, él creció en ese ambiente, fue educado en un ambiente horrible, él era consciente del pecado de los hijos del sacerdote.
¿Quien educó a Samuel ?
¿Que ocurrió con Samuel que no se contaminó ? En la Biblia se menciona que una noche Samuel estaba durmiendo, y escucho una voz que lo llamaba y se da cuenta que era Dios, le respondió “heme aquí que tu siervo oye”
¿Quien educó a Samuel ? No fue Ana, ni Eli o Elcana, sino el mismo Dios.
Samuel fue apartado por Dios, su atención siempre estuvo puesta en Dios, él siempre obedeció, se apartó para hacer la voluntad De Dios mientras que los hijos de Eli hicieron lo que quisieron y se pudrieron en su pecado.
Dios quiere una relación de un Padre con sus hijos, con nosotros, pero no que nos dejemos guiar por la rutina.
En la iglesia de hoy día, es posible ver el espíritu de Samuel y de los hijos de Eli. En Efesios, dice que Dios nos escogió desde antes que naciéramos para ser sus hijos, de la misma manera que lo hizo con Samuel.
Como se si soy un hijo De Dios? Debemos tener su Espíritu, una relación directa con Dios, no una religión, él quiere enseñarnos.
La diferencia entre Un hijo De Dios y un hijo de Eli es: NO PECAR. Dios quiere que seamos como niños, quiere educarnos, en este tiempo nos ha mostrado su presencia de una manera distinta, quiere apartarnos del mundo y hacernos sus hijos.
Así como Dios apartó a Samuel, lo hará con nosotros en este tiempo, porque él siempre cumple sus promesas.