Por el Hno. David Cancino Andrade
Estamos en un mundo donde todos llaman a la inclusión, pero nunca había sido más excluyente, sobre todo con la iglesia.
“Miren con cuánto amor nos ama nuestro Padre que nos llama sus hijos, ¡y eso es lo que somos! Pero la gente de este mundo no reconoce que somos hijos de Dios, porque no lo conocen a él.” — 1 Juan 3:1
Somos hijos De Dios , y ese es nuestro mayor privilegio. Aquí se mencionan dos tipos de personas : los hijos De Dios y el mundo. Mundo, se puede entender como toda la humanidad como naturaleza o bien como los hábitos que practica las personas (pecados)
“Pues el mundo solo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos, y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea; pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre.” — 1 Juan 2:16-17
Existe una gran distinción entre los hijos De Dios y los hijos del mundo. No puede existir un “Cristiano mundano” o un “ mundano Cristiano”. El mundo aplaude y felicita al pecado, ( homosexuales, hijos rebeldes ). En cambio Dios ordena nuestras vidas, y no es lo mismo que la vida del mundo. Ya es difícil distinguir a un Cristiano por su manera de vestir o hablar, y en casos extremos hasta tienen las mismas opiniones. Pareciera que la iglesia admira al mundo y no al revés como debería ser. Hasta se imita la música, cambiando solo la letra de las canciones.
¿Como saber quien es mundano ?
“Si pertenecieran al mundo, el mundo los amaría como a uno de los suyos, pero ustedes ya no forman parte del mundo. Yo los elegí para que salieran del mundo, por eso el mundo los odia.” — Juan 15:19
Jesús nos sacó del mundo, y el mundo odio a Jesús, de esa misma forma debería odiarnos, ya que practicamos las enseñanzas de Él. Si alguien quiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios
“¡Adúlteros! ¿No se dan cuenta de que la amistad con el mundo los convierte en enemigos de Dios? Lo repito: si alguien quiere ser amigo del mundo, se hace enemigo de Dios. ¿Acaso piensan que las Escrituras no significan nada? Ellas dicen que Dios desea fervientemente que el espíritu que puso dentro de nosotros le sea fiel.” — Santiago 4:4-5
No debemos imitar al mundo y dejarnos transformar para no volver a ser lo que éramos
“No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.” — Romanos 12:2
Nosotros no luchamos como lo hace el mundo
Conocemos la Verdad, por lo tanto conocemos lo que es mentira : Jesucristo es la verdad
El Amor, el verdadero amor, no el que justifica el pecado: Jesucristo es amor
La Fe, mundo vive sin esperanza
La Oración, un arma poderosa que puede vencer todo
Tenemos al mejor soldado de nuestra parte, Espíritu Santo; es quien convence la mundo del pecado
Nosotros no somos del mundo, ya que el mundo siempre ha estado lejos De Dios, tendremos situaciones difíciles, tristeza, pero Cristo ya venció al mundo, nosotros no podemos mezclarnos con Dios y con el mundo. Un hijo De Dios no se aleja de su padre, y no se quiere ir del lado de su familia, un hijo De Dios permanece. Debemos ir al mundo a proclamar, pero tener claro que nosotros no somos del mundo, somos hijos De Dios. Somos propiedad De Dios
COMPORTÉMONOS COMO HIJOS DE DIOS, PORQUE ÉL NOS APARTÓ SOLO PARA EL
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