Por el Hno. Felipe Mancilla
Salmos 1:3, Isaías 5:1-4, Malaquías 3:13-14, Malaquías 3:16-18, Mateo 13:23, Juan 15:4-5, Juan 15:16, Gálatas 5:22-23, 1 Pedro 4:10
Estamos como iglesia produciendo los frutos De Dios espera de nosotros.
“Ahora cantaré para aquel a quien amo un canto acerca de su viña. Mi amado tenía una viña en una colina rica y fértil. Aró la tierra, le quitó las piedras y sembró en ella las mejores vides. En medio de su viña construyó una torre de vigilancia y talló un lagar en las rocas cercanas. Luego esperó una cosecha de uvas dulces, pero las uvas que crecieron eran amargas. Ahora ustedes, pueblo de Jerusalén y de Judá, juzguen entre mi viña y yo. ¿Qué más podría hacer por mi viña, que no haya hecho ya? ¿Por qué, cuando esperaba uvas dulces, mi viña me dio uvas amargas?” — Isaías 5:1-4
La iglesia de hoy es como está parábola, en cada ministración podemos reconocer que Dios ha sido Bueno con cada uno de nosotros. Dios no escatimó ni a su propio hijo, ¿que más podría hacer, que no haya hecho?. Dios espera tener hijos e hijas que den fruto, él sembró semillas escogidas, por lo tanto son buenas.
¿Hay algo que Dios haya hecho que esté mal ?
¿Que significa dar frutos? ¿Como podemos dar frutos dignos al Señor?. Debemos diferenciar entre los frutos del Espíritu y nuestros frutos.
“En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!” — Gálatas 5:22-23
Los últimos son los que se relacionan a nuestro carácter y son frutos del Espíritu. En cambio el apóstol Juan dice:
“Ustedes no me eligieron a mí, yo los elegí a ustedes. Les encargué que vayan y produzcan frutos duraderos, así el Padre les dará todo lo que pidan en mi nombre.” — Juan 15:16
¿Puede Dios recoger los frutos de él espera de nosotros ?
Recordando la enseñanza de la higuera, podemos ser como ella, no dar los frutos esperados o darlos en apariencia
Este fruto nuestro debe producir “Las semillas que cayeron en la buena tierra representan a los que de verdad oyen y entienden la palabra de Dios, ¡y producen una cosecha treinta, sesenta y hasta cien veces más numerosa de lo que se había sembrado!” — Mateo 13:23
Al decir que debemos dar frutos se relaciona con, que en la iglesia encontraremos muchos dones, capacidades. Nadie puede decir que no tiene dones, Porque a todos Dios nos repartió, dones, gracia y capacidades.
“Dios, de su gran variedad de dones espirituales, les ha dado un don a cada uno de ustedes. Úsenlos bien para servirse los unos a los otros.” — 1 Pedro 4:10
En énfasis de la palabra, se da en que él Dueño de los talentos, nos preguntará que hicimos con lo que nos dio.
¿Que se necesita para dar verdaderos frutos que agraden a Dios ?
PERMANECER UNIDOS A CRISTO , ES LA ÚNICA FORMA DE DAR BUENOS FRUTOS, CRISTO ES LA FUENTE DE AGUA VIVA.
“Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Pues una rama no puede producir fruto si la cortan de la vid, y ustedes tampoco pueden ser fructíferos a menos que permanezcan en mí. »Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.” — Juan 15:4-5
“Son como árboles plantados a la orilla de un río, que siempre dan fruto en su tiempo. Sus hojas nunca se marchitan, y prosperan en todo lo que hacen.” — Salmos 1:3
Dios ya hizo lo que tenía que hacer en cada uno de nosotros, ahora nosotros debemos responder dando los frutos adecuados. La clave para dar el fruto que Dios espera es : permanecer en Cristo.
En la Biblia también se da a entender que hay buenos y malos frutos (por sus frutos los reconocerán , el árbol bueno, da buenos frutos y el árbol malo, da frutos malos)
El Señor espera frutos dignos de lo que él sembró en nosotros
El mayor fruto que podemos entregar a Dios, es la obediencia, a diferencia de lo que muchos pueden pensar, que solo se reduce a llevar personas. Llevar fruto, es que otros vean que estamos unidos a Cristo. Aquel que obedece y ama al Señor, producirá una vida de frutos e impactará a otros porque verán una vida consecuente.
“Entonces los que temían al Señor hablaron entre sí y el Señor escuchó lo que dijeron. En la presencia de él, escribieron un rollo de memorias para registrar los nombres de los que temían al Señor y siempre pensaban en el honor de su nombre. «Ellos serán mi pueblo —dice el Señor de los Ejércitos Celestiales—. El día en que yo venga para juzgar, serán mi tesoro especial. Les tendré compasión así como un padre le muestra compasión a un hijo obediente.” — Malaquías 3:16-18
No seamos como el pueblo de Israel que no se daba cuenta de su condición “«Ustedes han dicho cosas terribles acerca de mí», dice el Señor. «Sin embargo, ustedes preguntan: “¿Qué quieres decir? ¿Qué hemos dicho contra ti?”. »Ustedes han dicho: “¿De qué vale servir a Dios? ¿Qué hemos ganado con obedecer sus mandamientos o demostrarle al Señor de los Ejércitos Celestiales que nos sentimos apenados por nuestros pecados?” — Malaquías 3:13-14
Fidelidad a Cristo
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