Génesis 3:16-17, Job 38:1-5, S. Mateo 20:15
En el camino De Dios ¿siempre ha sido de felicidad ? ¿Han sentido dolor o sufrimiento? ¿Han sentido rechazo? Durante este tiempo, ¿hemos sentido dolor o sufrimiento? ¿Por qué ocurre el dolor ?
-Porque Dios lo permite
-Porque mi pecado me provoca dolor o sufrimiento
El origen del dolor es en Génesis, cuando Luego de desobedecer a Dios, adán y Eva recibieron el castigo por su pecado: dolor al trabajar y el dolor en la preñez.
Existe una enfermedad llamada “analgesia congénita “ que consiste en la incapacidad de sentir dolor físico. Pese que podría parecer algo bueno, esto no permite captar lo que ocurre a nuestro alrededor o hasta con nuestro propio cuerpo.
En lo espiritual, cuando algo que nos causa dolor llega a nuestra vida, es porque necesitamos ser quebrantados. ¿Dios es bueno solo cuando es bueno con nosotros ? O siempre ? Debemos entender que Dios es bueno siempre y cuando él quita algo de. Nuestra vida es algo de él , porque todo es de él.
Cuando hay sufrimiento o dolor en nuestra vida, es porque Dios quiere hacer algo en ella, para eso debemos dejarnos moldear, para que él haga un cambio que trascenderá de esta vida.
Necesitamos tener cicatrices en nombre de Cristo
Todo proceso que causa dolor tiene sentido, para nuestro crecimiento en Dios: enfermedades, despidos, pérdidas, etc Por esto al igual que el apóstol Pablo , podemos decir, que el poder de Cristo actúa mejor en nuestra debilidad, se fortalece en ella, porque prevalece y nosotros disminuimos. Siempre que algo nuestro se ve “tocado” causa dolor. La humildad surge cuando nuestro orgullo es humillado. Cuando nos sentimos fuertes es difícil que el orgullo sea moldeado.
En Juan 3, se menciona que tendríamos aflicciones en el mundo, no estamos ajenos a ellas, pero por causa de Cristo DEBEMOS sentir dolor.
Personas que sintieron dolor
En la Biblia se mencionan muchos ejemplos de personas que sintieron dolor, que en un momento estaban bien y en otro estaban por el suelo:
– El pueblo de Israel Luego de salir de Egipto, pasaron de la felicidad al reclamo contra Dios.
-David , recibió el reino eterno De Dios y en ocasiones le pregunta a Dios por que lo abandona.
-Daniel, recibió revelaciones por parte De Dios, fue librado de la muerte en un pozo con leones, y luego le dice a Dios, mis fuerzas me han abandonado, se siente solo y afligido. Cuando estamos humillados buscamos más De Dios porque nos sentimos débiles.
-Job, es otro ejemplo, él era un hombre recto, pero aún así su vida fue tocada.
No podemos cuestionar la bondad De Dios, solo porque sentimos que no es bueno con nosotros. Dios permite el sufrimiento de Job, porque conocía el fondo de su corazón, y sabía que aunque pequeño existiría orgullo en el.
Para pulir algo en nuestra vida, es necesario el dolor. Si sentimos que la santificación no es digna de sufrimiento, es porque no aborrecemos el pecado. Dios jamás se equivoca, no podemos cuestionar lo que él hace o permite en nuestra vida. Dios nunca trata como víctima a Job, pese a todo lo que le ocurrió . Jamás lo victimizó. Él es soberano.
Jesucristo es el hijo De Dios y aún así experimento dolor y angustia. Pero así no cuestiono a Dios.
“Ciertamente, yo soy la vid; ustedes son las ramas. Los que permanecen en mí y yo en ellos producirán mucho fruto porque, separados de mí, no pueden hacer nada.”Al recordar esa comparación, debemos tener claro que el sufrimiento trae frutos, al ser podados podemos crecer, pero también podemos ser desechados. Ya que Dios conoce la intención de nuestro corazón.
Otra clase de sufrimiento es por causa de la obra De Dios
¿Estamos dispuestos a sentir dolor por la obra De Dios?
No tan solo preocuparnos, porque eso es momentáneo, pero si sufrimos y este dolor es constante, el Señor irá trabajando en nosotros. Todo el que proviene Dios en algún momento experimentará dolor. Si hablamos en contra del pecado en un mundo lleno de este, experimentare os dolor. Debemos dejar trabajar a Dios, aceptar su soberanía y voluntad, Aunque no la entendamos
Finalmente; El dolor causado por el pecado ahí somos nosotros responsables de él , pero cuando es Dios obrando, es necesario dejar que él obre en nuestras vidas. El dolor tiene un propósito y es nuestro crecimiento.