Por el Hno. Gustavo Seguel
1.- Obediencia en la debilidad
Yo no soy valiente por mis fuerzas, sino por Dios “Dios escogió lo despreciado por el mundo —lo que se considera como nada— y lo usó para convertir en nada lo que el mundo considera importante.” — 1 Corintios 1:28
“Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el Señor tu Dios está contigo dondequiera que vayas”».” — Josué 1:9
Tenemos un Dios de lo imposible porque el todo lo puede, cual es nuestra debilidad, debemos entregársela a Dios y él obrará. Nuestro salvador viene cerca, debemos de vivir como si fuera el último, debemos aguantar y ser fieles hasta el final.
“Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más».” Apocalipsis 21:4
“Los que salgan vencedores heredarán todas esas bendiciones, y yo seré su Dios, y ellos serán mis hijos.” Apocalipsis 21:7
2.- Debemos ser valientes en obediencia
Debemos hacer la voluntad De Dios, obedecer demuestra nuestra confianza absoluta en Dios. No hay intermedios para Dios, es frío o caliente, se obedece o no. Obedecer a Dios es hacer lo que Él diga, cuando él diga y como lo diga. Debemos saber que Jesucristo es el Señor y nosotros sus esclavos, si nosotros seguimos a Jesús es por amor no por imposición.
Tenemos el, el ejemplo de Abraham para conocer la obediencia. Si se obedece Dios siempre estará con nosotros. Jesucristo fue obediente hasta la muerte, pero sobre todo su sufrimiento puso la voluntad De Dios primero. Solo si obedecemos nos ira bien.
3.- Se valiente para decir no
En un mundo “ progresista “ todos dicen sí a lo que era malo, todo se basa en sentimientos y emociones.
“Se puede ser lo que quieras ser “. Todo está siendo cambiado, opuesto a la voluntad De Dios. Ejemplos :
José fue vendido por sus hermanos.
“Pues Potifar le dio a José total y completa responsabilidad administrativa sobre todas sus posesiones. Con José a cargo, Potifar no se preocupaba por nada, ¡excepto qué iba a comer! José era un joven muy apuesto y bien fornido, y la esposa de Potifar pronto comenzó a mirarlo con deseos sexuales. —Ven y acuéstate conmigo —le ordenó ella. Pero José se negó: —Mire —le contestó—, mi amo confía en mí y me puso a cargo de todo lo que hay en su casa. Nadie aquí tiene más autoridad que yo. Él no me ha negado nada, con excepción de usted, porque es su esposa. ¿Cómo podría yo cometer semejante maldad? Sería un gran pecado contra Dios. Día tras día, ella seguía presionando a José, pero él se negaba a acostarse con ella y la evitaba tanto como podía.” — Génesis 39:6-10
José sabía y conocía a Dios. Esa es la fórmula para decir que no. Muchas veces la obediencia a Dios, trae consecuencias : critica, dolor. Pero Dios recompensa a sus hijos y los levanta.
Daniel y sus amigos
Fue llevado a babilonia, les exigieron comer la comida de los ídolos , pero ellos se negaron. Sus amigos, no se postraron a adorar los ídolos, solo ellos permanecieron en pie.Dios no los abandonó en ningún momento Les fue cambiado el nombre, pero no su identidad. Daniel fue echado a la fosa de los leones, y nada le pasó
“«¡Sean fuertes y valientes! No tengan miedo ni se desalienten por causa del rey de Asiria o de su poderoso ejército, ¡porque hay un poder mucho más grande de nuestro lado! El rey podrá tener un gran ejército, pero no son más que hombres. ¡Con nosotros está el Señor nuestro Dios para ayudarnos y para pelear nuestras batallas por nosotros!». Las palabras de Ezequías alentaron en gran manera a la gente.” — 2 Crónicas 32:7-8
“En ese día, la proclama en Jerusalén será: «¡Ánimo, Sión! ¡No temas! Pues el Señor tu Dios vive en medio de ti. Él es un poderoso salvador. Se deleitará en ti con alegría. Con su amor calmará todos tus temores. Se gozará por ti con cantos de alegría». «Reuniré a los que añoran los festivales establecidos; nunca más serán avergonzados. Sin embargo, trataré con severidad a quienes te oprimieron. Salvaré al débil y al indefenso; reuniré a los que fueron expulsados. Daré gloria y renombre a los que fueron desterrados dondequiera que hayan sido ridiculizados y avergonzados. En ese día los reuniré y los traeré de regreso a casa. Les daré un buen nombre, un nombre distinguido entre todas las naciones de la tierra, cuando, ante sus propios ojos, restauraré tu bienestar. ¡Yo, el Señor, he hablado!».” — Sofonías 3:16-20
El restaurará nuestro bienestar, él lo ha dicho y cumplirá. Seamos valientes y esforcémonos en este tiempo. Porque Él estará con nosotros