Por el Hno. Ariel Lignai
Esta carta está dirigida a Timoteo, porque en la Iglesia de Éfeso, se están predicando palabras erróneas. La iglesia en ese tiempo también estaba siendo perseguida.
“Por esta razón, te recuerdo que avives el fuego del don espiritual que Dios te dio cuando te impuse mis manos. Pues Dios no nos ha dado un espíritu de temor y timidez sino de poder, amor y autodisciplina.” — 2 Timoteo 1:6-7 NTV
Timoteo en ese tiempo, no está pasando un buen momento, está siendo perseguido y al interior de la Iglesia, debe combatir a los falsos maestros. Por esa razón El apóstol Pablo le envía ánimo, para que avive el fuego el don De Dios que hay en Él.
En lo práctico, mucho de nosotros podemos pensar que todo nuestro alrededor no está a nuestro favor, quizás hoy día, no estamos siendo perseguidos y que corra peligro nuestra vida. Pero quien sabe,si a futuro esto pueda ocurrir Todos quienes hemos entregado nuestra vida al Señor, tenemos dones. Por esta razón debemos avivar estos dones, Pablo nos habla del dominio propio, que se refiere: a un convencimiento total, que nos lleva a no realizar ciertas acciones.
Pablo también menciona el espíritu de cobardía, que nos lleva a realizar acciones que no son correctas, este espíritu quita el ánimo. Pablo no le dice que se levante por sus propias fuerzas o capacidades. Sino solo es posible hacerlo con el Espíritu Santo que nos da las capacidades, la fuerza y La Paz, solo él nos puede quitar el temor, y dar la valentía para abrir nuestra boca y hablar con la verdad De Dios. Si en al algún momento nos vemos afligidos como Timoteo, debemos recordar que tenemos a, Espíritu Santo quien nos respalda.
Cuando David se enfrentó a Goliat, no lo hizo en su nombre o con sus fuerzas, sino en nombre De Dios. Esta misma actitud es la que todos debemos tener al enfrentar todo tipo de dificultades.
“David le respondió al filisteo: —Tú vienes contra mí con espada, lanza y jabalina, pero yo vengo contra ti en nombre del SEÑOR de los Ejércitos Celestiales, el Dios de los ejércitos de Israel, a quien tú has desafiado.” — 1 Samuel 17:45 NTV
Dios no nos ha dado espíritu de cobardía. Porque él no tiene miedo de nada. Él quiere transmitirnos lo mismo, si somos sus hijos, debemos tener esa misma actitud.