Por el Hno. Remigio Díaz
“Tiempo después Jesús subió a un monte y llamó a los que quería que lo acompañaran. Todos ellos se acercaron a él. Luego nombró a doce de ellos y los llamó sus apóstoles. Ellos lo acompañarían, y él los enviaría a predicar y les daría autoridad para expulsar demonios.” Marcos 3:13-15 NTV
El discípulo debe crecer en obediencia y perseverancia, para llegar a la altura que Jesucristo desea. Para ser discípulo, es imprescindible tener un modelo, un maestro. Para que lo pueda conducir y corregir.
1.- Comunión estrecha con Jesús . Los discípulos compartían en intimidad y comunión estrecha con Jesús.
2.- Creyeron en el reino de Dios.
3.- Arrepentimiento y renuncia a todo lo malo.
La vida discipular es un proceso, un camino que no termina; debe ir en ascenso. No basta con reconocer la condición de pecado. Ser discípulo es un estilo de vida, que se debe reflejar en una forma de vida.
“En vista de todo esto, esfuércense al máximo por responder a las promesas de Dios complementando su fe con una abundante provisión de excelencia moral; la excelencia moral, con conocimiento; el conocimiento, con control propio; el control propio, con perseverancia; la perseverancia, con sumisión a Dios; la sumisión a Dios, con afecto fraternal, y el afecto fraternal, con amor por todos. Cuanto más crezcan de esta manera, más productivos y útiles serán en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo;” 2 Pedro 1:5-8 NTV
Características que deben crecer en cada uno de nosotros para ser verdaderos discípulos:
La virtud
Conocimiento
Dominio propio
Paciencia
Afecto fraternal
Amor verdadero
Si estas virtudes están en nosotros podremos crecer, para lograr esto, el discípulo debe ser de tiempo completo; no solo en ocasiones.
4.- Dar todo el tiempo para el Señor. El discípulo debe ser obediente
“Mientras caminaban, alguien le dijo a Jesús: —Te seguiré a cualquier lugar que vayas. Jesús le respondió: —Los zorros tienen cuevas donde vivir y los pájaros tienen nidos, pero el Hijo del Hombre no tiene ni siquiera un lugar donde recostar la cabeza. Dijo a otro: —Ven, sígueme. El hombre aceptó, pero le dijo: —Señor, deja que primero regrese a casa y entierre a mi padre. Jesús le dijo: —¡Deja que los muertos espirituales entierren a sus propios muertos! Tu deber es ir y predicar acerca del reino de Dios. Otro dijo: —Sí, Señor, te seguiré, pero primero deja que me despida de mi familia. Jesús le dijo: —El que pone la mano en el arado y luego mira atrás no es apto para el reino de Dios.” Lucas 9:57-62 NTV
La vida discipular consiste en Crecer, avanzar, pasar pruebas y superarlas. El máximo privilegio es ser discípulo, porque nuestros nombres están escritos en el libro de la Eternidad.