Por el Hno. Pedro Arias
Génesis 6:5-6, Proverbios 4:23, Jeremías 17:9, Daniel 1:8-9, Juan 14:1
“Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida.” — Proverbios 4:23
El corazón el centro de la naturaleza humana. El centro de nuestras emociones sentimientos y pasiones, que sólo Dios conoce. En el corazón están los deseos, afectos percepciones, voluntad y fe. Cuando estamos sin Cristo estamos siempre lanzados al Mal y luego nuestro corazón fue cambiado.
“»No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí.” — Juan 14:1
Fuimos transformados por el poder Dios.
“Sin embargo, Daniel estaba decidido a no contaminarse con la comida y el vino dados por el rey. Le pidió permiso al jefe del Estado Mayor para no comer esos alimentos inaceptables. Ahora bien, Dios había hecho que el jefe del Estado Mayor le tuviera respeto y afecto a Daniel,” — Daniel 1:8-9
Daniel tenía 17 años cuando le cambió la vida y fue llevado prisionero. Pero Daniel tenía pasión en su corazón, por un ser Poderoso. Este joven se propuso en su corazón no contaminarse.
Todos debemos guardar el corazón del orgullo, de la vanagloria, porque estas cosas lo dañan. Cuando todo va en contra debemos orar. Hoy más que nunca debemos guardar nuestro corazón, porque es engañoso y los tiempos no son fáciles.
Nuestra pasión debe ser Cristo y nada más. Y todo nuestro vivir debe ser con humildad y sencillez de corazón. Y nuestra mirada debe estar puesta en el blanco perfecto : Cristo
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