Por el Hno. Víctor Urra R.
«Acción hacia una persona que se ha ofendido». No es una acción fácil de realizar, pero todos debemos en algún momento pedir perdón
Perdón de Dios y Perdón de los demás
“Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados. Él desbordó su bondad sobre nosotros junto con toda la sabiduría y el entendimiento.” Efesios 1:7-8 NTV
El perdón de Dios
No todas las personas lo pueden alcanzar . No podemos olvidarnos de ese momento: en que fuimos perdonados por Dios.
La condición para recibir este perdón es:
Darnos cuenta que somos pecadores
“»Vengan ahora. Vamos a resolver este asunto —dice el Señor—. Aunque sus pecados sean como la escarlata, yo los haré tan blancos como la nieve. Aunque sean rojos como el carmesí, yo los haré tan blancos como la lana.” Isaías 1:18 NTV
“¿Cómo puedo conocer todos los pecados escondidos en mi corazón? Límpiame de estas faltas ocultas.”
Salmos 19:12 NTV
Arrepentimiento genuino: Reconocer que pecamos y arrepentirnos de nuestros pecados, mediante la confesión
“De la misma manera, ¡hay más alegría en el cielo por un pecador perdido que se arrepiente y regresa a Dios que por noventa y nueve justos que no se extraviaron!”. Lucas 15:7 NTV
“»En cambio, el cobrador de impuestos se quedó a la distancia y ni siquiera se atrevía a levantar la mirada al cielo mientras oraba, sino que golpeó su pecho en señal de dolor mientras decía: “Oh Dios, ten compasión de mí, porque soy un pecador”. Lucas 18:13 NTV
Necesitamos esta actitud cada día en nuestras vidas, reconocer nuestro pecado y pedir perdón
Perdón de los demás
“Luego Pedro se le acercó y preguntó: —Señor, ¿cuántas veces debo perdonar a alguien que peca contra mí? ¿Siete veces? —No siete veces —respondió Jesús—, sino setenta veces siete.” Mateo 18:21-22 NTV
Debemos perdonar a nuestro prójimo ; porque no hay un límite para perdonar. Muchas veces alcanzamos el perdón de Dios pero no somos capaces de perdonar a los demás . También ser consciente que podemos ofender a quienes están cerca nuestro, sin darnos cuenta.
El perdón entre hermanos:
Pedir perdón inmediatamente cuando se ofende a alguien
Tener la capacidad de aceptar el perdón de los demás
“»Si perdonas a los que pecan contra ti, tu Padre celestial te perdonará a ti; pero si te niegas a perdonar a los demás, tu Padre no perdonará tus pecados.” Mateo 6:14-15 NTV
“Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.” Efesios 4:32 NTV
Tanto el pedir perdón como el perdonar, debe ser genuino
“Por esta razón me atrevo a pedirte un favor. Podría exigírtelo en el nombre de Cristo, porque es correcto que lo hagas; pero por amor, prefiero simplemente pedirte el favor. Toma esto como una petición mía, de Pablo, un hombre viejo y ahora también preso por la causa de Cristo Jesús. Te suplico que le muestres bondad a mi hijo Onésimo. Me convertí en su padre en la fe mientras yo estaba aquí, en la cárcel. Onésimo no fue de mucha ayuda para ti en el pasado, pero ahora nos es muy útil a los dos. Te lo envío de vuelta, y con él va mi propio corazón. Quería retenerlo aquí conmigo mientras estoy en cadenas por predicar la Buena Noticia, y él me hubiera ayudado de tu parte; pero no quise hacer nada sin tu consentimiento. Preferí que ayudaras de buena gana y no por obligación. Parece que perdiste a Onésimo por un corto tiempo para que ahora pudieras tenerlo de regreso para siempre. Él ya no es como un esclavo para ti. Es más que un esclavo, es un hermano amado, especialmente para mí. Ahora será de más valor para ti, como persona y como hermano en el Señor. Así que, si me consideras tu compañero, recíbelo a él como me recibirías a mí. Si te perjudicó de alguna manera o te debe algo, cóbramelo a mí. Yo, Pablo, escribo esto con mi propia mano: «Yo te lo pagaré». ¡Y no mencionaré que tú me debes tu propia alma! Sí, mi hermano, te ruego que me hagas este favor por amor al Señor. Dame ese ánimo en Cristo. Mientras escribo esta carta estoy seguro de que harás lo que te pido, ¡y aún más!”
Filemón 1:8-21 NTV
Personas qué hay que perdonar:
Nuestros Padres
A todas las personas
A nosotros mismos
Si le has hecho daño a alguien, ve y pide perdón
Dios desea una Iglesia unida, sin rencores. Formada por hermanos y no por enemigos
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