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Conocer las promesas de Dios nos hará libres

Por el Hno. Nelson Villegas



Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.

Romanos 8 : 28


Hermanos amados, cuando ponemos nuestra fe en Jesús y comenzamos a leer su Palabra vemos todas las promesas que hay para los que aman a Dios. No importa cuán difícil parezca una situación sabemos que algo bueno saldrá de ella y que lo que Dios permite, es para nuestro bien. Esa es nuestra esperanza en medio de cualquier situación. Dios no solo está a nuestro lado cuando llegan las dificultades sino que también tiene en mente algo bueno como resultado.

Dios no es hombre para mentir, ni hijo de hombre para arrepentirse. Lo que el puso en su corazón, es una promesa y la cumplirá.

Hay muchas personas que viven preocupadas a pesar de las grandes riquezas que Dios les ha preparado. Gracias a sus "preciosas y grandísimas promesas”.

El nos ha dotado de todo lo que necesitamos para vivir de manera que le agrada.

"Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder, mediante el conocimiento de aquel que nos llamo por su gloria y excelencia, por medio de las cuales nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina, habiendo huido de la corrupción que hay en el mundo a causa de la concupiscencia”

2 Pedro 1:3,4


Es preciso, entonces, que notemos que el termino “preciosas” describe cosas de mucho valor que merecen ser apreciadas, en tanto que “grandísimas” se refiere a cosas esplendidas o notorias. Así que podemos definir las promesas del Señor empleando ambos términos, debido a que El es digno de nuestras profunda gratitud por habernos hecho objeto de sus mejores dones.


El día en que fuimos salvos, heredamos todas las promesas de Dios y recibimos todo lo que antes estaba fuera de nuestro alcance. Sin embargo, para beneficiarnos de tales bendiciones debemos buscarlas arduamente. Vivir sin poder aprovechar lo que Dios tiene para nosotros es como ser millonarios, y no hacer uso de las riquezas.

Las promesas de Dios son un tesoro. Este nos ha sido legado gratuitamente, es valiosísimo y Dios lo puso a nuestra disposición. Y si nos damos cuenta de cuanto quiere bendecirnos al utilizarlo conforme a sus deseos, nos quedaremos sorprendidos. Por ejemplo:


El Señor nos permitió entrar en una relación privilegiada con El (Romanos 5: 6-11). Al creer en Cristo como nuestro “SEÑOR”, fuimos hechos hijos de Dios y pasamos a ser parte de su familia. Esta es la base de nuestra herencia, pues todas las demás promesas son resultado de esa relación.

Podemos ser limpios de todo pecado (1° Juan 1:9). Como hijos suyos, tenemos el privilegio de buscarle, confesarle nuestros pecados y ser perdonados a fin de desarrollar una relación mas profunda con El, sin ningún impedimento.

La presencia de Dios en nosotros jamas se interrumpe (Hebreos 13:5). Cristo nos ha prometido que nunca nos dejara ni nos desamparara, no importa lo que estemos pasando.

Contamos con la dirección del Espíritu Santo (Juan 14:16). Antes de ascender al cielo, el Señor Jesús nos prometió que enviaría al Espíritu Santo en su lugar. Ahora, El habita en nuestros corazones y nos dirige en todo lo que hacemos.

Podemos confiar en el poder de Dios ( Isaías 41:10). En medio de nuestras debilidades y problemas, podemos depender del Rey del universo, pues su poder es ilimitado y ha prometido fortalecernos.

-Dios mismo suplirá todas nuestras necesidades

(Mateo 6:31,32,33). “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Que comeremos, o que beberemos, o que vestiremos?” El sabe exactamente lo que necesitamos y se ha comprometido a suplirlo.

-Dios contesta nuestras oraciones

(1° Juan 5:14,15). Si oramos conforme a su voluntad, El nos contesta. En efecto, la oración es el medio que tenemos a nuestro alcance para hacer efectivas sus promesas. Basta con que le comuniquemos nuestras necesidades para que las satisfaga y nos bendiga.

-Dios desea darnos siempre lo mejor

(Salmo 84:11). Si vivimos de la manera que le agrada, el Señor no retendrá sus bendiciones. Cada vez que tengamos una necesidad, Dios nos proveerá de acuerdo a su voluntad.

-Dios sobrelleva nuestras cargas

( Salmo 68:19). No hay razón para despertar cada mañana intranquilos debido a pruebas ni congojas. Si depositamos nuestras preocupaciones en sus manos y creemos en sus promesas, Dios nos dará razones para sentir gozo.

- Dios nos consuela en tiempos de dificultad

(2° Corintios 1:3,4). Sin importar el problema que enfrentemos, Dios conoce nuestro sufrimiento y estara a nuestro lado para consolarlos y animarlos.

- Dios limita las pruebas y las tentaciones

(1° Corintios 10:13). No permitirá que seamos tentados mas allá de lo que podamos soportar. Cuando sintamos que no podemos resistir mas, el Señor proveerá una vía de escape para que perseveremos.

- Dios nos da sabiduría

( Santiago 1:5). Ante cualquier decisión nos da sabiduría para ver la vida desde su perspectiva, si pedimos con fe y sin dudar. Pero el pecado puede impedir que nos acojamos a su promesa si menospreciamos su importancia, actuamos con incertidumbre y tomamos decisiones equivocadas.

- Dios le da descanso a nuestra alma

( Mateo 11:28,29). Cuando nuestro corazón se siente cargado, Jesús nos da el descanso físico y emocional que tanto necesitamos.

- Dios nos ofrece su paz

( Filipenses 4:6,7). Si llevamos nuestras ansiedades a Dios en oración, El nos da su paz y levanta una muralla impenetrable que nos separa de todas nuestras preocupaciones.

- Dios promete que, incluso en la vejez, seremos fuertes y fructiferas

( Salmo 92:12.15). La vejes puede ser una de las etapas espirituales mas fructíferas de la vida si permanecemos firmes y fieles al Señor.

- Dios nos concede las peticiones de nuestro corazón si nos deleitamos en El

( Salmo 37:4). Esta promesa también incluye deleitarnos en adorarle, servirle y vivir para El.

Dios es nuestra ayuda en medio de los problemas ( Salmo 46). El Señor es nuestro refugio en tiempos de incertidumbre y peligro. Siempre esta disponible para ayudarnos, pues mora en nuestro corazón.

AFERRESE A LAS PROMESAS DEL SEÑOR Y VERA SU GLORIA....BENDICIONES....

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