Por el Hno. Victor Urra
Al libro de Eclesiastés se le dice el libro del predicador, esta palabra nos enseña que la juventud es un tesoro, algo muy bueno.
“Gente joven: ¡la juventud es hermosa! Disfruten de cada momento de ella. Hagan todo lo que quieran hacer, ¡no se pierdan nada! Pero recuerden que tendrán que rendirle cuentas a Dios de cada cosa que hagan.” — Eclesiastés 11:9 NTV
Es una etapa que se debe aprovechar y de buena forma. Salomón aquí nos dice que hagamos lo que queramos, que no nos preocupemos de nada, pero al final nos dice, que de todo eso Dios juzgará En general, los jóvenes dentro y fuera De la Iglesia, quieren hacer todo y no privarse de nada.
“No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable».” — Eclesiastés 12:1 NTV
Esta etapa se caracteriza por creer que todo se puede hacer, se tienen todas las fuerzas, pero Salomón aquí nos dice, alégrate en tu juventud, pero acuérdate también que vendrán los días malos. Hoy en día la gente piensa que decidir por Cristo es un error, que se pierde la vida o la juventud, sin embargo, es la mejor decisión que se puede tomar.
Los jóvenes viven de acuerdo al pensamiento de “solo se vive una vez” ¿Por que los jóvenes abandonan al Señor ?. Quienes se van, no es porque no haya amor De Dios, o por falta de palabra De Dios. Acuérdate antes que lleguen los días malos, porque esos días llegarán y se pondrán en una balanza, los días de quienes se mantuvieron fieles y de quienes abandonaron la fe, y cada uno tendrá la recompensa que se merece.
Salomón, en esos tiempos, sería lo que hoy se conoce como reutilizable, en lo social tenía muchos instrumentos musicales y en lo económico, si fuese en la actualidad, estaría dentro de las personas más millonarias. Salomón no se privó de nada, hizo y tuvo todo lo que quiso.
“pero al observar todo lo que había logrado con tanto esfuerzo, vio que nada tenía sentido; era como perseguir el viento. No había absolutamente nada que valiera la pena en ninguna parte.” — Eclesiastés 2:11 NTV
¿Que es lo que vale pena?
Servir a Dios, porque no hay nada más maravilloso, que darle todas nuestras fuerzas a él, servir al Señor, lo demás es aflicción de espíritu, porque no satisface en nada. Luego de vivir viene el juicio De Dios, tanto para quienes siguen al Señor como para quienes no lo hacen, él nos juzgará por todo lo que hagamos, este fin es para todos, aunque muchos piensen que solo se vive una vez y da igual como se viva en esta vida, ya que sabemos que nadie se escapará del juicio De Dios.
“pero al observar todo lo que había logrado con tanto esfuerzo, vi que nada tenía sentido; era como perseguir el viento. No había absolutamente nada que valiera la pena en ninguna parte. Entonces decidí comparar la sabiduría con la locura y la insensatez (porque, ¿quién puede hacer eso mejor que yo, que soy el rey? ). Pensé: «La sabiduría es mejor que la insensatez, así como la luz es mejor que la oscuridad. Pues el sabio puede ver hacia dónde va, pero el necio camina a oscuras». Sin embargo, me di cuenta de que el sabio y el necio tienen el mismo destino: los dos mueren. Así que me dije: «Ya que voy a terminar igual que el necio, ¿de qué vale toda mi sabiduría? ¡Nada de eso tiene sentido!».” — Eclesiastés 2:11-15 NTV
¿Cual es el todo del hombre? ¿Ser más sabio, tener dinero, ser reconocido? El todo del hombre es que todo sea para agradar el corazón De Dios y no el corazón del hombre, o para exaltar nuestro nombre, servir con humildad, con obediencia. Que su palabra no sean solo conocimientos acumulados, sino que se guarden en nuestro corazón , porque cuando vengan los días malos, lo único que nos sostendrá será la Palabra De Dios atesorada en nuestro corazón y puesta en práctica. De esta forma viviremos una vida íntegra y de acuerdo a la voluntad De Dios
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